Ilse Vollbrechthausen
Ilse nació en la ciudad de Guanajuato, Gto. el día 17 de julio de 1983, y fue registrada bajo el nombre de Ilse Cristina Vollbrechthausen Attolini. En 1990, ella y su familia se mudaron a la ciudad de San Luis Potosí.
Desde pequeña Ilse empezó a dibujar, y se desempeñó como alumna destacada en la primaria, secundaria y preparatoria de el Instituto Lomas del Real, recibiendo una beca de excelencia por parte del sistema COBACH al momento de cursar la preparatoria.
Así mismo, durante la secundaria y preparatoria participó en proyectos sociales como campañas de alfabetización a mujeres adultas, y también fungió como maestra de regularización en su escuela. Su participación en festivales y talleres artísticos favorecieron a que Ilse optara por una carrera profesional relacionadas con la creatividad, las artes y las humanidades. Fue así que eligió estudiar la licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad del Valle de México, campus San Luís Potosí. Fue durante sus estudios universitarios que Ilse recibió educación en el arte de manera formal, completando cursos y talleres de pintura en acuarela, ilustración y dibujo a lápiz. “No considero que haya tenido un educación formal en torno al arte, simplemente es una sensibilidad con la que nací y además estuve expuesta a un entorno en donde se apreciaba el arte. Desde niña mi pasatiempo favorito siempre fue el dibujo y siempre me animaron a que continuara haciéndolo, pero nunca en un ambiente de clases formales, sino más libre, más a mi modo” explica Ilse.
Así mismo, durante la secundaria y preparatoria participó en proyectos sociales como campañas de alfabetización a mujeres adultas, y también fungió como maestra de regularización en su escuela. Su participación en festivales y talleres artísticos favorecieron a que Ilse optara por una carrera profesional relacionadas con la creatividad, las artes y las humanidades. Fue así que eligió estudiar la licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad del Valle de México, campus San Luís Potosí. Fue durante sus estudios universitarios que Ilse recibió educación en el arte de manera formal, completando cursos y talleres de pintura en acuarela, ilustración y dibujo a lápiz. “No considero que haya tenido un educación formal en torno al arte, simplemente es una sensibilidad con la que nací y además estuve expuesta a un entorno en donde se apreciaba el arte. Desde niña mi pasatiempo favorito siempre fue el dibujo y siempre me animaron a que continuara haciéndolo, pero nunca en un ambiente de clases formales, sino más libre, más a mi modo” explica Ilse.
Al preguntarle cómo definiría el arte de acuerdo a su propia experiencia comenta “es una expresión de la persona, de sus emociones y de su interior. Es una forma más de comunicación. Es el testimonio de la mente de alguien. Quizás no exista una comunicación directa entre el espectador y el artista pero por medio del arte podemos saber mucho acerca de la persona que la ha realizado”.
Ilse ha trabajado como docente de idiomas, historia y humanidades, en el Instituto Lomas del Real y más tarde en la preparatoria del Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus San Luis.
En el 2013, Ilse se unió al taller de expresión artística de la maestra Gabriela Haro, en el que continúa participando actualmente, y en donde ha desarrollado su estilo artístico personal como pintora de gran formato y participando en exposiciones y eventos culturales.
En el 2014, estudió un máster en Historia del Mundo, en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, España, con una duración de un año.
En el 2018, Ilse ingresó a la Maestría en Ciencias del Hábitat en la Universidad Autónoma de San Luís Potosí, y a través de dicho programa educativo realizó una estancia académica de un mes en el Edinburgh College of Arts, en la ciudad de Edimburgo, Escocia. También participó en el Seminario Internacional de Estudios sobre el Surrealismo con la ponencia “Painters of Dreams: the group formation of the surrealist female painters in Mexico”, en la ciudad de Exeter Inglaterra, siguiéndo la línea de investigación de su proyecto de tesis.
La obra artística de Ilse tiene como influencia principal la obra de Jackson Pollock. Al pedirle a ilse que describa su obra menciona “Va desde copias en óleo de pinturas impresionistas, los nenúfares de Monet son mis favoritas para copiar, copias de pinturas de Van Gogh, hasta pintura acrílica de gran formato (en bastidores que rebasan los dos metros de dimensión), en el estilo del expresionismo abstracto. Para hacer estas últimas empecé a basarme en obras de Jackson Pollock, Franz Kline y Motherwell, hasta que encontré mi propio estilo el cual constituye trazos gruesos de pintura negra sobre fondos de colores y chorreados de pintura”.
Ilse explica que comenzó realizando copias de pinturas que admiraba de Jackson Pollock, entonces pintaba en un formato pequeño (de 55 x 100 centímetros aproximadamente), y de allí fue experimentando cambiando el fondo de color, realizando degradados, y utilizando diversos utensilios para realizar las manchas de pintura.
Después Ilse comenzó a probar con bastidores más grandes cada vez, y a utilizar gamas de colores más llamativas o hasta fluorescentes. “Hoy en día creo que he encontrado mi estilo personal aunque todavía sigo experimentando. Últimamente he probado mucho bastidores en díptico por la limitante del tamaño y las dimensiones” explica la pintora.
Al preguntarle porque eligió la pintura y porque sus pinturas son de gran formato explica: “Por la maleabilidad de la pintura, por su ritmo y ligereza con que se desliza sobre la tela. Porque parece que cuando pinto, la pintura y yo somos una misma, va a donde yo le digo y me responde regalándome formas caprichosas y ocultas que yo nunca hubiera imaginado. El gran formato porque me gusta sentirme a mis anchas, con suficiente espacio para decir lo que quiero decir”.
También le pido que eche a volar un poco la imaginación y me diga cómo considera que vaya a evolucionar su obra en el futuro, a lo que ella me responde que ha encontrado su estilo “pero aún me falta experimentar un poco dentro de él. Quizás cambien los colores o los formatos, quizás haya modificaciones en las formas, pero no creo que se aleje mucho de lo que hoy es o empieza a ser. Aunque experimente con otras técnicas y materiales espero su esencia se mantenga la misma”, explica la artista. Después aclara de que esto aplica siempre y cuando ella no cambie radicalmente como persona, o a menos de que deje de sentirse identificadas por las formas que normalmente maneja, o ya en caso de que el arte dejara de serle importante.
Y ¿qué inspira a Ilse? Ella me responde que es la creatividad, los colores, aquellas personas que se atreven a probar cosas nuevas sin temer al rechazo. “Creo que esta última idea estaba presente en la mente de los artistas que admiro: crear algo nuevo nunca antes visto aún corriendo el peligro de que la gente no lo entendiera. Las personas no siempre van a entender, incluso pueden llegar a rechazar esa nueva idea que se les presenta, pero eso no significa que esa idea no sea buena. El tiempo reivindica a los genios, incluso a los que de momento no hayan sido apreciados en su tiempo”.
Y ¿qué inspira a Ilse? Ella me responde que es la creatividad, los colores, aquellas personas que se atreven a probar cosas nuevas sin temer al rechazo. “Creo que esta última idea estaba presente en la mente de los artistas que admiro: crear algo nuevo nunca antes visto aún corriendo el peligro de que la gente no lo entendiera. Las personas no siempre van a entender, incluso pueden llegar a rechazar esa nueva idea que se les presenta, pero eso no significa que esa idea no sea buena. El tiempo reivindica a los genios, incluso a los que de momento no hayan sido apreciados en su tiempo”.
Tras preguntarle qué la mueve, no podía evitar preguntarle que aspectos le desagradan del arte, ya sea en la actualidad o en el pasado. Ella comienza con la idea o mito de que el arte debe de ser del agrado de todos, así como los esfuerzos por etiquetarlo, definirlo o acotarlo. “Como en la comida existen paladares más educados que aprecian un tipo de obras, pero eso no significa que el alimento más sencillo y más simple no constituya un manjar. Me desagrada que todo el tiempo tratemos de encasillar el arte y que tratemos de designarle un valor o una validez como si todo el arte fuera igual: no podemos ubicar en la misma categoría una escultura en mármol del periodo del Imperio Romano del siglo III d.C. con un mural urbano del 2019. Los fines para los cuales ambas piezas fueron creadas son distintos, el artista, la época, los materiales... todo es diferente. Cada una tiene su valor y su validez dentro de sus propios parámetros. Quizás una sea invaluable por tratarse de una pieza antigua conservada en el tiempo pero eso no significa que su sentido expresivo sea más importante. El arte es muy diverso y lo que para unos puede no ser arte para otros sí”.
Ha sido un placer aprender más sobre Ilse Vollbrechstausen, su visión y experiencia personal con el arte. Sin duda la pintora es un gran ejemplo para nuestra generación y las venideras.
Texto a partir de entrevista con Ilse Vollbrechtausen, por Luz C. Araiza. Abril 2020
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